Puedo acariciar tu voz, ser tu
desierto
y mirarte horas enteras.
Puedo acercarme a vos y
no ser tan terco,
pisando la basura del puerto...
Desde el mar no hay piedad, si vos
no te mojás.
Se cansó la ansiedad, la pena y el dolor.
Puedo
desestructurar todo tu misterio,
pecando sin pensar en lo
bueno.
Amarrarme a tu sol, ser más sincero,
en medio del
calor de febrero...
Y
contar cada luz que nos hace temblar.
Desnudar la canción para
vestirte hoy.
Puedo
descontracturar todo tu veneno,
y hacerlo caracol en el suelo.
No parar de festejar cada fragmento
y darme el gusto de
que sea nuestro...
Despertar
en el mar y ser la espuma gris.
Desnudar la canción para
vestirte hoy.
Lisandro Aristimuño.
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