Trampa para bobos, eso es lo que son las elecciones, puesto que mucho antes de los resultados -Chirac o Jospin...- se sabe que tendremos un presidente liberal. Poco importa que provenga de la derecha o de la izquierda: el liberalismo siempre es de derecha. ¿Quid, entonces, de las lecciones de estas elecciones? El considerable abstencionismo, el desprecio por los votos blancos o nulos (es decir, con esas dos opciones, una mitad de los electores...); la profusión de pequeños candidatos rebeldes, la pobreza de la mayoría de sus programas (¡la caza, la pesca y la tradición como proyecto de sociedad!); la desmovilización de la segunda vuelta a causa del desprecio simple y llano de los deseos emitidos en la primera, el desinterés cuando ya no queda sino elegir entre la peste o el cólera. Ése es el alcance de los daños.
"De todo lo escrito yo amo sólo aquello que alguien escribe con su sangre. Escribe tú con sangre: y te darás cuenta de que la sangre es espíritu."
“¿Para qué valdría la pasión (acharnement) de saber, si sólo asegurara la adquisición de conocimientos y no de alguna manera –y tanto como se pueda– el extravío de aquel que conoce? Hay momentos en la vida en que el problema de saber si uno puede pensar de manera distinta a como piensa y percibir de otra manera que como ve es indispensable para continuar mirando o re-flexionado. (...) Pero, ¿qué es la filosofía en la actualidad –quiero decir la actividad filosófica– si no es un trabajo crítico del pensamiento sobre sí mismo, y si no consiste, en lugar de legitimar lo que ya se sabe, en emprender la tarea de saber cómo y hasta dónde sería posible pensar de otra manera?”
El uso de los placeres.
Michel Foucault.
viernes, 26 de julio de 2019
Elecciones, ¿trampa para bobos?
Trampa para bobos, eso es lo que son las elecciones, puesto que mucho antes de los resultados -Chirac o Jospin...- se sabe que tendremos un presidente liberal. Poco importa que provenga de la derecha o de la izquierda: el liberalismo siempre es de derecha. ¿Quid, entonces, de las lecciones de estas elecciones? El considerable abstencionismo, el desprecio por los votos blancos o nulos (es decir, con esas dos opciones, una mitad de los electores...); la profusión de pequeños candidatos rebeldes, la pobreza de la mayoría de sus programas (¡la caza, la pesca y la tradición como proyecto de sociedad!); la desmovilización de la segunda vuelta a causa del desprecio simple y llano de los deseos emitidos en la primera, el desinterés cuando ya no queda sino elegir entre la peste o el cólera. Ése es el alcance de los daños.
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