En broma (?), Nietzsche escribe en Ecce homo que él divide la historia en dos y que, a la manera de Cristo, hay un antes y un después de él... Al filósofo de Sils-Maria le faltan su Pablo y su Constantino, su viajante de comercio histérico y su emperador planetario para transformar su conversión en metamorfosis del universo, lo que no es deseable de ningún modo históricamente hablando. La dinamita de su pensamiento representa un peligro demasiado grande para esos brutos que son siempre los actores de la historia concreta.
"De todo lo escrito yo amo sólo aquello que alguien escribe con su sangre. Escribe tú con sangre: y te darás cuenta de que la sangre es espíritu."
“¿Para qué valdría la pasión (acharnement) de saber, si sólo asegurara la adquisición de conocimientos y no de alguna manera –y tanto como se pueda– el extravío de aquel que conoce? Hay momentos en la vida en que el problema de saber si uno puede pensar de manera distinta a como piensa y percibir de otra manera que como ve es indispensable para continuar mirando o re-flexionado. (...) Pero, ¿qué es la filosofía en la actualidad –quiero decir la actividad filosófica– si no es un trabajo crítico del pensamiento sobre sí mismo, y si no consiste, en lugar de legitimar lo que ya se sabe, en emprender la tarea de saber cómo y hasta dónde sería posible pensar de otra manera?”
El uso de los placeres.
Michel Foucault.
miércoles, 30 de agosto de 2017
Terremoto filosófico.
En broma (?), Nietzsche escribe en Ecce homo que él divide la historia en dos y que, a la manera de Cristo, hay un antes y un después de él... Al filósofo de Sils-Maria le faltan su Pablo y su Constantino, su viajante de comercio histérico y su emperador planetario para transformar su conversión en metamorfosis del universo, lo que no es deseable de ningún modo históricamente hablando. La dinamita de su pensamiento representa un peligro demasiado grande para esos brutos que son siempre los actores de la historia concreta.
jueves, 24 de agosto de 2017
Pero secretamente tenemos sed...
Vivaz, espiritual, delicado arabesco,
viernes, 18 de agosto de 2017
En el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay.
Vidas.
jueves, 17 de agosto de 2017
La irrealidad del realismo.
miércoles, 16 de agosto de 2017
¿Qué se busca?
El hombre de que se habla no acepta esas seudo realizaciones, la gran máscara podrida de Occidente. El tipo que ha llegado vagando hasta el puente de la Avenida San Martín y fuma en una esquina, mirando a una mujer que se ajusta una media, tiene una idea completamente insensata de lo que él llama realización, y no lo lamenta porque algo le dice que en la insensatez está la semilla, que el ladrido del perro anda más cerca del omega que una tesis sobre el gerundio en Tirso de Molina. Qué metáforas estúpidas. Pero él sigue emperrado, es el caso de decirlo. ¿Qué busca? ¿Se busca? No se buscaría si ya no se hubiera encontrado. Quiere decir que se ha encontrado (pero esto ya no es insensato, ergo hay que desconfiar. Apenas la dejás suelta, La Razón te saca un boletín especial, te arma el primer silogismo de una cadena que no te lleva a ninguna parte como no sea a un diploma o a un chalecito californiano y los nenes jugando en la alfombra con enorme encanto de mamá).
martes, 15 de agosto de 2017
Las ciudades invisibles.
miércoles, 9 de agosto de 2017
Oscar Wilde.
martes, 8 de agosto de 2017
Bar del infierno.
lunes, 7 de agosto de 2017
En todos los cafés.
viernes, 4 de agosto de 2017
jueves, 3 de agosto de 2017
Leo Maslíah: Biromes y servilletas.
que sin bombos ni trompetas trompetas trompetas
van saliendo de recónditos altillos altillos altillos
de paredes de silencios de redonda con puntillo.
Salen de agujeros mal tapados tapados tapados
y proyectos no alcanzados cansados cansados
que regresan en fantasmas de colores colores colores
a pintarte las ojeras y pedirte que no llores.
Tienen ilusiones compartidas partidas partidas
pesadillas adheridas heridas heridas
cañerías de palabras confundidas fundidas fundidas
a su triste paso lento por las calles y avenidas.
No pretenden glorias ni laureles, laureles, laureles
sólo pasan a papeles, papeles, papeles,
experiencias totalmente personales, zonales, zonales
elementos muy parciales que juntados no son tales.
Hablan de la aurora hasta cansarse, cansarse, cansarse
sin tener miedo a plagiarse, plagiarse, plagiarse
nada de eso importa ya mientras escriban, escriban, escriban
su manía su locura su neurosis obsesiva.
Andan por las calles los poetas poetas poetas
como si fueran cometas, cometas, cometas
en un denso cielo de metal fundido, fundido, fundido
impenetrable, desastroso, lamentable y aburrido.
En Montevideo hay biromes, biromes, biromes
desangradas en renglones, renglones, renglones
de palabras retorciéndose confusas, confusas, confusas
en delgadas servilletas como alcohólicas reclusas.
Andan por las calles escribiendo y viendo y viendo
lo que ven lo van diciendo y siendo y siendo
ellos poetas a la vez que se pasean, pasean, pasean
van contando lo que ven, y lo que no, lo fantasean.
Miran para el cielo los poetas, poetas, poetas
como si fueran saetas, saetas, saetas
arrojadas al espacio que un rodeo, rodeo, rodeo
hiciera regresar para clavarlas en Montevideo.