¿Para qué valdría la pasión (acharnement) de saber, si sólo asegurara la adquisición de conocimientos y no de alguna manera –y tanto como se pueda– el extravío de aquel que conoce? Hay momentos en la vida en que el problema de saber si uno puede pensar de manera distinta a como piensa y percibir de otra manera que como ve es indispensable para continuar mirando o re-flexionado. (...) Pero, ¿qué es la filosofía en la actualidad –quiero decir la actividad filosófica– si no es un trabajo crítico del pensamiento sobre sí mismo, y si no consiste, en lugar de legitimar lo que ya se sabe, en emprender la tarea de saber cómo y hasta dónde sería posible pensar de otra manera?”

El uso de los placeres.
Michel Foucault.

jueves, 24 de agosto de 2017

Pero secretamente tenemos sed...



















Vivaz, espiritual, delicado arabesco,
parece nuestra vida, como la de las hadas,
girar en suaves danzas alrededor de la nada,
a la que ofrendamos el ser y el presente.

Belleza del ensueño y generoso juego,
tan alentado y sutilmente puro,
honda bajo tu alegre capa se enciende
la nostalgia de noche, sangre y barbarie...

En el vacío gira, libre, volando sola,
esta vida nuestra siempre pronta al juego,
pero en gran secreto tenemos sed de ser,
de crear y de ser, de sufrir y morir…

                                             En El juego de los abalorios, de Herman Hesse.
 

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