¿Para qué valdría la pasión (acharnement) de saber, si sólo asegurara la adquisición de conocimientos y no de alguna manera –y tanto como se pueda– el extravío de aquel que conoce? Hay momentos en la vida en que el problema de saber si uno puede pensar de manera distinta a como piensa y percibir de otra manera que como ve es indispensable para continuar mirando o re-flexionado. (...) Pero, ¿qué es la filosofía en la actualidad –quiero decir la actividad filosófica– si no es un trabajo crítico del pensamiento sobre sí mismo, y si no consiste, en lugar de legitimar lo que ya se sabe, en emprender la tarea de saber cómo y hasta dónde sería posible pensar de otra manera?”

El uso de los placeres.
Michel Foucault.

miércoles, 23 de enero de 2019

Explicación de mi amor.

De golpe no estás -nada más sucedió-
borrachera fetal que tu muerte me deja.
Con esta canción que solloza, olvidada de mí,
rondaré tus maderas.

Quisiera explicarte mi amor, no tu ausencia
o mis culpas; ayer tú vivías.
Si ya no merezco cantar para ti,
yo te pido: No sigas muriendo.

El tiempo pasado, ese suave festín,
donde fuiste una caja escondida,
un clave encerrado en el muro,
una oreja en la sombra, el sigilo de nadie.

Ese tiempo y tú, lo que yo conocí,
lo que quisiste ser, clavicordio y alcohol,
sensitivo y brutal, el pasado y el piano,
acabaron en este silencio.

Si ya no merezco cantar para ti,
yo quisiera explicarte mi amor, aunque es tarde.
Tu tiempo pasó, pero yo me quedé aquí,
tañendo por ti, en tus campanas.

Cuerno de pastor de un remoto país,
piedra lisa que el alba y el cielo tocaron;
soy como tu mar, rodaré eternamente
hacia ti y, desde ti, a lo más hondo.

Mas mientras te busque en las cosas,
en tanto regreses sin que yo te llame o te olvide,
te pido que limpies mi amargo dolor;
por favor, que no sigas muriendo.

Mi padre serás, como fuiste mi padre,
un gameto en la grieta cerrada del tiempo,
voz ronca de un órgano ya enmudecido,
ahí estás, larga caja de pino.

El llanto que nombre tu nombre será
breve y, hombre, tal vez lo sabías;
pero es tanto amor exigiendo mi amor;
por favor, no te sigas muriendo.

                                                      Enrique Estrázulas / Alfredo Zitarrosa.

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