¿Para qué valdría la pasión (acharnement) de saber, si sólo asegurara la adquisición de conocimientos y no de alguna manera –y tanto como se pueda– el extravío de aquel que conoce? Hay momentos en la vida en que el problema de saber si uno puede pensar de manera distinta a como piensa y percibir de otra manera que como ve es indispensable para continuar mirando o re-flexionado. (...) Pero, ¿qué es la filosofía en la actualidad –quiero decir la actividad filosófica– si no es un trabajo crítico del pensamiento sobre sí mismo, y si no consiste, en lugar de legitimar lo que ya se sabe, en emprender la tarea de saber cómo y hasta dónde sería posible pensar de otra manera?”

El uso de los placeres.
Michel Foucault.

martes, 21 de febrero de 2017

¿Qué filosofía es la que llega a mayor certeza?

Niño desconocido y sucio jugando en mi puerta,
no te pregunto si me traes un recado de los símbolos.
Me haces gracia por nunca haberte visto antes
y, naturalmente, si pudieras estar limpio serías otro
               niño,
y no vendrías aquí.



















 
 
¡Juega en el polvo, juega!
Vale más la pena ver una cosa siempre por primera
            vez que conocerla,
porque conocer es como no haber visto nunca por
            primera vez,
y no haber visto nunca por primera vez es sólo haber
            oído contar.

El modo en que este niño está sucio es diferente del
            modo en que otros están sucios.
¡Juega! Al coger una piedra que te cabe en la mano
sabes que te cabe en la mano.
¿Qué filosofía es la que llega a mayor certeza?
Ninguna, y ninguna puede venir a jugar nunca a mi
            puerta.
En Poemas de Alberto Caeiro, Fernando Pessoa.

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