¿Para qué valdría la pasión (acharnement) de saber, si sólo asegurara la adquisición de conocimientos y no de alguna manera –y tanto como se pueda– el extravío de aquel que conoce? Hay momentos en la vida en que el problema de saber si uno puede pensar de manera distinta a como piensa y percibir de otra manera que como ve es indispensable para continuar mirando o re-flexionado. (...) Pero, ¿qué es la filosofía en la actualidad –quiero decir la actividad filosófica– si no es un trabajo crítico del pensamiento sobre sí mismo, y si no consiste, en lugar de legitimar lo que ya se sabe, en emprender la tarea de saber cómo y hasta dónde sería posible pensar de otra manera?”

El uso de los placeres.
Michel Foucault.

jueves, 15 de diciembre de 2016

Balada para una mujer flaca.

El sol que sale y sin embargo el frío
y por los mundos te busco en vano
entre adoquines de espanto y casas cansadas
y puertas olvidadas de su voz.

Mis pasos suenan en el alba muda
y no hay conejos en tu balcón.
Y la soledad, gata mía en el umbral
de una catedral de sueños.

Como quisiera escribir una canción
que te volviera loca
y volarte tres años atrás
mujer flaca.

Que no asesine el movimiento muerto de los días
tus versos limpios en el cementerio
escudriñando entre lápidas severas
el nombre del nombre que tuvo la risa.

Un cielo cínico de planos grises inclinados
cubre la plaza como un cielo raso.
Ya no hay mañana esta mañana por aquí
bajo las rotas mejillas de abril.

Como quisiera escribir una canción
que me volviera otro
o yo mismo tres años mejor
mujer flaca.

De tu ventana hasta aquel jueves santo ¿cuánto queda?
aquel milagro de carretera
con el pulgar paralelo a la sonrisa
y tu temblándome en el costado.

Como quisiera escribir un vuelo
para volver un canto
que nos corra el olvido y el fin
mujer flaca.                                                
                                                                Eduardo Darnauchans.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario