¿Para qué valdría la pasión (acharnement) de saber, si sólo asegurara la adquisición de conocimientos y no de alguna manera –y tanto como se pueda– el extravío de aquel que conoce? Hay momentos en la vida en que el problema de saber si uno puede pensar de manera distinta a como piensa y percibir de otra manera que como ve es indispensable para continuar mirando o re-flexionado. (...) Pero, ¿qué es la filosofía en la actualidad –quiero decir la actividad filosófica– si no es un trabajo crítico del pensamiento sobre sí mismo, y si no consiste, en lugar de legitimar lo que ya se sabe, en emprender la tarea de saber cómo y hasta dónde sería posible pensar de otra manera?”

El uso de los placeres.
Michel Foucault.

jueves, 22 de diciembre de 2016

Filosofía y Poesía.

(...) Y en este camino de la poesía consciente, Paul Valery significa un paso decisivo y quizá la identificación más total hasta ahora de pensamiento y poesía, desde el lado poético, en su culto a la lucidez. La poesía ha dejado de ser un sueño:

"La veritable condition d'un veritable poete est ce qu'il-y-a de plus distinct de l'état de revé. Je n'y vois que recherches volontaires, assouplissement de pensées, consentement de l'áme a de gens exquises et le triomphe perpetua du sacrifice. (...) Qui dit exactitude et style invoque le contraire du songe". 


El que dice exactitud y estilo invoca lo contrario de sueño, pero el sueño no ha dejado de estar en la raíz de la poesía, lo que ocurre es que, por vez primera, se ha hecho consciente el esfuerzo infinito que es necesario para expresar el sueño, o que por primera vez, el poeta confiesa lo que durante siglos ha mantenido en silencio: el trabajo.

Porque "ce n'est pas des abscenses et des rêves que l'on impose à la parole de si précieux et si rares ajustements". "Celui-là même qui veut écrire son rêve se doti d'être infiniement éveillé".

La raíz del sueño no se ha secado en la poesía; se habría entonces secado la poesía misma. Sucede que el poeta desde la poesía, adquiere cada vez más conciencia; conciencia para su sueño, precisión para su delirio. Y la razón de que esto ocurra es precisamente que el poeta se afirma en su poesía. Baudelaire, Valery son realizadores y definidores, al par, de la "poesía pura'. Y poesía pura es afirmación, creencia en la poesía, en su substantividad, en su soledad en su independencia.

Y la "poesía pura" fue a establecer, desde el lado opuesto del romanticismo pero con más profundidad, con más derecho, diríamos, el que la poesía lo es toda Todo, entendamos, en relación con la metafísica; todo, en cuanto al conocimiento, todo en cuanto a la realización esencial del hombre. El poeta se basta con hacer poesía, para existir; es la forma más pura de realización de la esencia humana.

Y precisamente desde esta manera de enlazar poesía y pensamiento, se hace más difícil, imposible, en realidad, la reconciliación entre poesía y metafísica. Porque el poeta puro ya no la necesita. Y desde el otro lado, el filósofo moderno también cree realizar la esencia del hombre por su pensar metafísica.

Diríase que poesía y pensamiento han venido a ser dos formas de acción y por ello, más que nunca, se excluyen, se ignoran. Y tan es así, que el poeta tiene ya su ética en la realización de su poesía. Su ética que es este estar despierto, precisamente; este velar persistente, este sacrificio perenne por lograr la claridad al borde mismo del sueño.

En Filosofía y poesía, de María Zambrano.

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